martes, 12 de octubre de 2010

CONCIENCIA CÍVICA

Por Jorge Pérez
2010-10-11 23:59:20



Diez de Octubre del 2009. Era sábado y eran las diez de la noche cuando salía de mi casa rumbo a una fiesta, a la que me habían invitado.
Al cerrar la reja, me llamó la atención la cantidad de luces rojas y azules que se veían allá por la caseta de cobro de la autopista Tejocotal-Huauchinango.
Eran patrullas, muchas patrullas. Creo que como treinta patrullas de la Policía Federal Preventiva que se estacionaban cuando ya habían pasado la caseta de cobro y con sus luces de emergencia prendidas, algo esperaban.
Antes de arrancar, alcancé a ver a patrullas de la Policía Federal de Caminos que se unían a esas patrullas pick up que llegaban y me imaginé, que lo que sucedía era que los Federales acantonados en Huauchinango llegaban para orientar a los federales preventivos.
Ahí los deje, ahí se quedaron. Como a las once de la noche empecé a ver, sin oír, las imágenes que trasmitía la televisión y se me hacía raro que Joaquín López Dóriga estuviera en esa cobertura. Debía ser algo interesante. No dejaban de transmitir las oficinas de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro que conocí desde siempre, allá en Ejército Nacional.
No supe bien a bien, que pasaba por la falta de audio y al otro día me enteré del serio problema que enfrentábamos muchos mexicanos. El Gobierno de México daba al traste, de un plumazo, con tantas cosas maravillosas que habíamos disfrutado desde principios del siglo pasado y que tanto trabajo le había costado a México.
Borraban el complejo Hidroeléctrico de Necaxa, de un plumazo y desde entonces a raíz del decreto expropiatorio del pasado 10 de octubre, se encuentra abandonada la cuenca hidrológica de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, según dio haber sido la respuesta de quienes hoy tienen el control.
Trabajadores electricistas comentaron al respecto, que durante un siglo que la Compañía de Luz y Fuerza del Centro existió, el procedimiento normal de mantenimiento, sobre todo en los días previos a la temporada de lluvias, como actualmente sucede, las cuadrillas de obreros recorrían los parajes de la cuenca hidrológica de la empresa electricista con el fin de desazolvar los vertederos, retirar las acumulaciones de basura en las compuertas y canales para tener todo limpio para evitar que la basura se acumulara y posteriormente fuera a dar a los generadores, como hoy está sucediendo en donde se conoce que incluso llantas de autos, colchones y toda clase de basura tapona el sistema, lo que es muy grave.
Este abandono, sin duda es otra cara del decreto de extinción de la empresa, lo que causa preocupación no nada más entre los electricistas, sino en todos los habitantes de la región serrana dado que afecta a cuando menos 300 mil habitantes que viven en los municipios de Huauchinango, Xicotepec de Juárez, Zacatlán, Chignahuapan, Juan Galindo y decenas más de municipios aledaños.
Mientras el pueblo de Necaxa, con una población de al menos 10,000 habitantes se encuentra en plena agonía, ya que los últimos años ha sufrido estoicamente serios problemas que han dado al traste con su economía.
Primero el derrumbe del cerro de Necaxactepetl. Después el incendio de su mercado municipal y ahora, el tiro de gracia se los dio el gobierno al acabar de un tajo con prácticamente la única fuente de trabajo de casi todas las familias que habitan este municipio de solo 44.5 Km2., que vivió su mejor época los últimos 73 años con un mes ya que fue precisamente el 11 de Septiembre de 1936, cuando se separó de Huauchinango y llegó a la categoría de Municipio Libre y Soberano. Muchas Gracias

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